La mediación familiar es un método muy útil para la gestión y resolución de conflictos familiares, porque con ella las personas suelen volver a comunicarse de manera constructiva, con la ayuda de una tercera neutral e imparcial, y solucionando de manera consensuada sus diferencias.

La mediación civil trata también de gestionar los conflictos entre personas, aunque no sean necesariamente familiares: conflictos vecinales, escolares, etc. Suele ser además un método más rápido y más económico que los juicios.

Las diferencias entre empresas que trabajan por un mismo objetivo, o de manera consecutiva, pueden solucionarse de manera más eficaz y económica, que acudiendo a los tribunales. También es una técnica eficaz para la gestión de la conflictividad interna dentro de la propia empresa.

Aunque por el momento sólo es una realidad que funciona en el ámbito interno de los Juzgados y Tribunales, cuando éstos derivan a mediación asuntos que están pendientes de resolver, lo cierto es que cada vez se abre más fuertemente camino y aspira incluso a incorporarse a los procedimientos administrativos previos, gracias a la apertura de miras de muchas Administraciones públicas, que cada vez ven más proclive al interés público, la posibilidad de mediar entre ellas y las personas administradas. Nuestro equipo es pionero en la implantación de esta técnica en este ámbito concreto.

Las relaciones laborales son también objeto de mediación, tanto ante el Servicio interconfederal de mediación y arbitraje (SIMA), como ante el Instituto Laboral de la Comunidad de Madrid. En nuestro equipo hay personas que son mediadoras en este ámbito desde el inicio de estos sistemas de solución autónoma de conflictos.